Un óleo difuso
De cristales opacos
De desesperanzas y tristezas
De oscuridad y desamor
Impregnado con mi sangre
Distinguió entre sus pinceladas
Una veta de amor
Y sus trazos se iluminaron
Con la luz de una sonrisa
Con el calor de un abrazo
Con el vibrar de una caricia
Con la reacción de una fisión lunar
Un lunar en el portal del paraíso
Lo hizo mutar
Y desdibujarse
Y volverse a pintar
Con soles de julio
Con milenios de esperanzas
Y un acorde de besos
Se encumbro en las nubes
Y se encendió de sueños boreales
Truenos gemidos
Volcanes furiosos
Y una lluvia de semillas del corazón
Recrean la nueva pintura.
Que yace en mi alma
Y que ahora se impregna de ti.