Suena el fin
El estrépito subterráneo del dolor
Un falso suplicio
Y una superstición Láctea
Derrama sesos
Derrama sexos
El rugir de un huracán
Confinado en un espejo roto
Huye un lince herido
Un kamikaze de la pasión subversiva
Una suplica muda
El preámbulo del castigo cósmico
Se precipita contra una roca de sal
La ceguera de la ira
Estripa sus ojos
Extirpa el alma
Mientras el corazón se dilata
Y aun llueven coágulos de helio
Y unas heridas apenas cicatrizan
Mientras otras tejen mi rostro
Aun me sostengo
Retengo las flaquezas
Y espero recibir de nuevo el impacto
De una flecha resplandeciente
Y transfigurar el tiempo
Para dilatarlo hasta el infinito
Y así poder vivir
Hasta morir contigo
domingo, 15 de abril de 2007
CORRE
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